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Ruiz-Clavijo Family

La Bodega que elabora la colección “Capitán Fanegas”

Ruiz-Clavijo tiene su sede operativa en el barrio de las bodegas de la localidad de Fuenmayor, en plena Rioja Alta y a un paso de Logroño. Se trata de un microproyecto nacido en el año 2011 creado dentro de la bodega familiar Marqués de Arviza con el objetivo de elaborar vinos riojanos de terruño en cuya elaboración se interviene lo menos posible a fin de que los vinos expresen lo mejor de cada viñedo. Debido a la larga crianza de estos vinos, a la manera de los clásicos vinos riojanos a los que se pretende homenajear en la gama Capitán Fanegas, la comercialización de la primera añada no tuvo lugar hasta el año 2017. Pronto, eso sí, contaron con el favor de la crítica, como reflejan las altas puntuaciones Parker que les otorgó a comienzos de 2018 Luis Gutiérrez en la publicación especializada The Wine Advocate. Al frente de este proyecto se encuentra el joven viticultor y elaborador Mario Ruiz-Clavijo, que se sirve de viñedos familiares en diferentes localizaciones para la obtención de sus vinos. En total, el proyecto cuenta con un total de 6 hectáreas de viñedo en propiedad y algo más de una hectárea y media arrendada con opción a compra. Este viñedo se encuentra dividido en las siguientes fincas: El Paletón (1,80 hectáreas), La Noria (1,07 hectáreas), Cocote (0,9 hectáreas), Los Olmos (1,5 hectáreas) y La Muela (0,87 hectáreas). La edad de estas parcelas oscila entre los 6 y los 60 años. Además, Mario Ruiz-Clavijo trabaja con siete microparcelas que en total comprenden una extensión de 0,72 hectáreas que trata de recuperar. Estas microparcelas tienen una edad de entre 54 y 93 años, con formación en vaso y están plantadas exclusivamente con variedades autóctonas. Ya en bodega, una de las señas de identidad de los vinos de la gama Capitán Fanegas es su crianza. Para ello, la bodega cuenta con calados propios del siglo XVII excavados en la tierra. Allí se encuentran 8 hogsheads de 300 litros de una tonelería de Nueva Zelanda, 12 bocoyes usados de 500 litros de roble francés y 5 bocoyes nuevos de 500 litros también de origen francés. Además, Ruiz-Clavijo dispone de depósitos de cemento que tienen un papel fundamental en el proyecto, ya que todos los vinos de la colección realizan un mínimo de 6 meses de crianza en estos recipientes, lo que les otorga mayor finura.