La tierra que heredamos se la mostramos a través de nuestros vinos. En Capçanes, al sur del Priorat, nuestras tierras y nuestra gente tienen siglos de historia vinícola y nos hace sentir muy orgullosos estar embotellando esta tradición hoy en día. El Celler Capçanes fue fundado por unas pocas familias valientes en 1933. Los tiempos y necesidades del mercado cambian, y así también lo hicimos nosotros. Después de más de 50 años de la fundación del Celler nos dimos cuenta de que la elaboración de grandes volúmenes y el trabajo colectivo no eran suficientes y que había que ir más allá. ¿Y dónde teníamos que ir a parar? Conseguimos convencer a 80 personas del pueblo para invertir en nuestra (y también su) bodega. Y se empezó a elaborar un vino cajero con el método l o Mevushal , que cruzó fronteras con su éxito. Actualmente, 5% del vino que producimos cada año es nuestra gama de vinos cajero y el otro 95% lo componen nuestros vinos jóvenes, semi-crianzas y de alta gama. Estamos muy satisfechos de poner en cada botella la mejor expresión de nuestro pueblo, y para ello tenemos un equipo increíble detrás. Empezando por los campesinos que trabajan los viñedos; el personal de bodega que, junto con nuestra enóloga Anna Rovira, hacen posible la magia de los vinos y, cómo no, todo el resto de personas que ponemos toda nuestra estima en lo que hacemos. Trabajamos mayoritariamente con dos variedades autóctonas: La Garnacha tinta y el Sansón, que se encuentran a una considerable altitud y muchas en vaso. Algunas cepas incluso alcanzan los 110 años de vida. En unos suelos minerales y pedregosos de pizarra, caliza y arcilla, nuestros viñedos sacan una alta concentración e intensidad dando un perfil único a nuestros vinos.