Junto a su hermano, José Luis, desarolla aventuras vinícolas con las que está recuperando un viejo viñedo de su pueblo, Caudete de las Fuentes (Valencia), y mostrando al mundo su interpretación elegante y fresca de la Bobal. Bruno Murciano procede del mismo lugar que la uva que intenta ensalzar: Utiel-Requena, una denominación de origen donde tradicionalmente se han elaborado vinos a granel de Bobal, y que en los últimos años está sorprendiendo por la capacidad de algunos elaboradores para ofrecer vinos frescos y elegantes. El viñedo ecológico de donde proceden los vinos de su trilogía L’Alegría, El Sueño y La Bruna se traduce en 7,5 hectáreas plantadas de esta uva en suelos mayoritariamente arcillosos, pero con zonas también de caliza y arena. Con estas tres etiquetas, Murciano parece estar cumpliendo un sueño, el de elaborar grandes vinos de Bobal en su lugar de origen. Algo que quizás no imaginaba cuando era pequeño y su abuelo le llevaba a la cooperativa local o su madre le daba de merienda pan con vino. Recuerdos que se traducen, a día de hoy, en una pasión por el vino como elemento transmisor de historias ligadas a un lugar, a unas personas y al anhelo de un reconocimiento para la Bobal, una uva única por su acidez natural, sus componentes antioxidantes y su potencial de guarda, que en algunos casos puede llegar a los 20 años.